Consanguinidad y afinidad son dos términos muy usados a diario con fines jurídicos y sociales, donde casi siempre son colocados en una misma categoría. Pero, en realidad, todo y que están estrechamente relacionados, son dos términos con significados distintos.
Siendo en el plano jurídico ambos de vital importancia, además de que cada uno tiene una connotación específica. Así que en este orden de ideas te explicaremos cada uno de forma concisa y directa para que los puedas manejar mejor.
Consanguinidad vs afinidad: principales diferencias
- La consanguinidad es por sangre (genes), es decir, que es la relación que existe entre los descendientes de un mismo tronco (abuelos, padres e hijos). La afinidad solo se da por ley, siendo una relación “política” (suegros, yernos y nueras).
- En el caso de la afinidad, esta solo existe en un plano legal y económico (como en el matrimonio). Pero la consanguinidad al ser natural es heredada, y tiene repercusiones en el plano legal, social y económico.
- El parentesco por consanguinidad es vitalicio (no caduca), en cambio la afinidad al ser una condición legal deja de existir una vez que se disuelve el lazo jurídico, como, por ejemplo; El divorcio.
¿Qué es la consanguinidad?
Los grados de consanguinidad hacen referencia directa a los miembros de una familia que comparten un mismo origen genético, es decir, que están relacionados por sangre. Siendo descendiente de un tronco común.
Este es el lazo existente entre abuelos, padres e hijos. De modo que puede entenderse como “lazos sanguíneos”. En el ámbito legal el grado consanguinidad es de vital importancia en temas de herencia y tutoría.
Por otra parte, debemos tomar en cuenta que también juegan un papel importante en el ámbito laboral, sobre todo ante el fallecimiento de un familiar. Ya que dependiendo del grado de consanguinidad del mismo se te dará cierta cantidad de días de permiso.
En estos términos podrías concluir que la consanguinidad otorga un estatus legal al individuo frente a la sociedad, y del mismo modo a sus familiares. De esta forma se conoce su importancia vital para el funcionamiento adecuado de las leyes y derechos existentes.
¿Qué es la afinidad?
Cuando nos referimos a la afinidad, estamos apuntando directamente al parentesco “político” que existe entre dos personas por intermediario de un familiar. Por ejemplo, la relación entre suegros y yernos (afinidad) se da gracias al matrimonio.
Por lo tanto, podemos decir que la afinidad depende directamente de la consanguinidad, siendo un tipo de relación indirecta y legal. Aunque de igual forma sigue siendo de gran importancia tanto a nivel social como jurídico.
Si bien con el grado de consanguinidad se determinaban beneficios sociales y laborales más concretos, no cabe duda de que también algunos entran aquí. Comenzando por los permisos laborales, los cuales se otorgan en menor medida (solo para el cónyuge).
En el caso del seguro social, la figura de la esposa/esposo toman un papel primordial en el otorgamiento de seguros de salud y demás. Las empresas por lo general se los dan a parientes cercanos (padres e hijos) y por afinidad de primer grado a las esposas.
También es importante para la reclamación de pensiones (sobre todo ante la muerte de los cónyuges). Pero una de sus grandes diferencias con respecto a la consanguinidad es precisamente que los grados de afinidad son meramente legales.