¿Sabes cómo diferenciar una perla cultivada de una de Mallorca? Aquí te explicamos cómo nacen y cuáles son sus diferencias.
¿Qué son las perlas de Mallorca?
Las Perlas de Mallorca, denominadas así por su fabricación en la isla Española, son perlas artificiales hechas a mano y reconocidas internacionalmente por su belleza y calidad. Se les considera la mejor imitación de perla natural del mundo. Se trata de un proceso desarrollado por el alemán Eduardo Hugo Heusch en el año 1890. Actualmente el proceso completo es secreto; solo se conocen algunos pasos del mismo. El núcleo de la perla se forma a partir de opalina, a la cual se van agregando cuidadosamente capas de una sustancia denominada “esencia perlada”. Después, la perla se somete a un proceso de secado y pulido. Son piedras preciosas con un costoso valor debido a la exquisitez de su manufactura.
Las perlas de Mallorca son perfectamente redondas y coinciden en color y acabado. Son muy parecidas entre sí. A diferencia de las genuinas, las que poseen imperfecciones únicas, su forma es desigual y sus colores no coinciden.
También existen las perlas cultivadas. ¿Cómo se obtienen? Como dice su nombre, se cultivan, son fruto de la intervención humana. Esto significa que se crean utilizando la ayuda de un agente externo, en este caso un irritante que se aloja en el interior de un molusco. El animal responde mediante la secreción de un saco de perlas hecho de carbonato de calcio para sellar este agente externo.
Las perlas de río
Existen varios tipos de perlas cultivadas. Por su lado, las perlas de río, también llamadas perlas chinas o de agua dulce, se empezaron a cultivar en ríos y granjas perlíferas de los lagos de China. Actualmente también se cultivan con éxito en Japón y Estados Unidos. A diferencia de las perlas de agua salada, las perlas de río no contienen un núcleo artificial.
El sistema de producción de las perlas de río es muy distinto al de las perlas de agua salada. Esto, ya que se introduce, dentro del mejillón, un trozo del manto de otro mejillón perlífero, el que iniciará la formación de la perla. Su cultivo puede durar entre 8 meses y 4 años, en general siendo cosechadas a los 18 meses. Así se producirán perlas que son principalmente pequeñas y alargadas.
Perlas naturales
Por su parte, una perla natural, o perla genuina, es una esfera de nácar producida dentro del cuerpo blando de algunos moluscos, principalmente de los bivalvos. Se forma cuando algún objeto, del tamaño de un grano de arena, entra dentro de la concha de los moluscos. Las conchas segregan un fluido que envuelve el grano de arena para transformarlo en una perla cubierta de nácar.
En cuanto a la sensación que producen; las perlas genuinas y cultivadas son un poco más frías al tacto que las perlas mallorquinas. Si bien estas últimas poseen una superficie algo más delicada, su tacto produce un placer para la piel, compitiendo con las piedras genuinas.
Además, se debe considerar que las auténticas perlas son fruto de un proceso muy raro en la naturaleza, el que puede demorar años, mientras su producción en cadena ha facilitado el uso y comercialización de ellas.
Por Katherina Busel.