El robo o hurto son términos habituales que se refieren al hecho de apoderarse de algo ajeno, ya sea dinero o cualquier tipo de bienes, sin permiso de los propietarios. Pero, todo y que tengan un significado muy similar, estos dos conceptos no significan lo mismo ni tienen las mismas consecuencias penales. Muchas personas ni tan solo son conscientes de las mismas. En este artículo te explicamos las diferencias entre ambos conceptos y todas sus peculiaridades.
¿Qué es un hurto?
El hurto es un tipo de robatorio que no implica violencia o fuerza, ya sea física o verbal, ni ningún tipo de intimidación. Por ejemplo, si nos quitan la cartera en el metro sin que nos demos cuenta, se trataría claramente de un hurto.
La cantidad monetaria o el valor del bien sustraído, así como la reiteración, determinan el grado del hurto y las sanciones y penas varían dependiendo de las leyes específicas de cada país. En la mayoría de países, como el caso de España, las condenas por cometer un hurto no pasa de meras sanciones económicas. Teniendo en cuenta que la mayoría de personas que realizan estos actos son insolventes, no es de extrañar la reiteración en los mismos con total impunidad.
¿Qué es un robatorio?
A diferencias del hurto, es un tipo de robatorio que implica violencia, ya sea física o verbal, o cualquier tipo de intimidación. Dado que la peligrosidad del robo es mucho mayor que la del hurto, las condenas por el mismo son mucho más estrictas, siendo considerado un delito. Por ejemplo, y partiendo del caso anterior, si nos quitan la cartera en el metro amenazandonos con un cuchillo, se trataría claramente de un delito de robo.
Las penas aplicadas a este tipo de delito dependerán de la gravedad de las amenazas y la violencia empleada, así como el valor de los bienes o servicios robados. Igualmente, las penas serán diferentes según el código penal y las leyes de cada país, que normalmente implicarán meses o años de cárcel.
Ejemplos de robo y hurto
Imagina que sales de casa con tanta prisa, que por descuido te dejas la puerta abierta. Con tanta mala suerte que pasa por ahí una persona que, al ver la puerta abierta, decide colarse en tu casa y quitarte algunas pertenencias como la tele, las joyas o dinero. Este caso es claramente un hurto ya la sustracción de bienes han sido fruto de un descuido y no han implicado fuerza, violencia o intimidación. Es el momento cruzar los dedos por que tu seguro del hogar contemple este perjuicio.
Por otra parte, imagina que alguien se cuela en tu hogar después de romper la cerradura o una ventana y, en un periquete, te deja sin tus pertenencias más valiosas. Este caso se trataría de un robo ya que el ladrón ha empleado la fuerza para entrar a tu casa. Está incurriendo en un delito, que se agrava si hay alguien en casa mientra comete este acto.
En lo que se refiere al seguro del hogar, es muy importante que conozcas las diferencias entre estos dos conceptos. Según la póliza contratada tendrás cobertura o no en ambos contratiempos y es mejor que las distingas de antemano para poder contratar el seguro que más de adapta a tus necesidades.