En los países democráticos, son los propios ciudadanos los que tienen el beneficio de elegir a sus gobernantes mediante el uso del voto. La palabra democracia, de origen griego, proviene de «demos», que significa pueblo, y «kratos», que significa gobierno.
Existen diferencias notables entre las varias opciones de uso del voto que disponemos los ciudadanos. Pero, sea cual sea el uso que le demos, influirá en el resultado final. Incluso si decidimos hacer uso de la abstención y no votar estaremos influyendo en el resultado final de las elecciones y, por lo tanto, de quién o quienes nos gobernarán. Por este motivo, es importante que conozcas las diferencias entre el voto nulo, el voto en blanco y la abstención. Así que si quieres descubrirlas, sigue leyendo y descubre todas sus distinciones.
¿Qué es el voto nulo?
Se considera nulo todo voto que se ha realizado de forma incorrecta. Ya se a de forma intencionada o accidental. Son muchas las irregularidades que se encuentra a la hora de hacer el recuento de votos. Alguna de las más comunes son:
- Incluir una papeleta o documento electoral que no sea oficial.
- Introducir varias papeletas distintas, de modo tal que no pueda saberse por quién deseaba votar el elector.
- Incluir cualquier objeto en el sobre de votación que no sea la propia papeleta electoral
- Escribir, marcar o dibujar la papeleta fuera de las casillas de selección de candidato
¿A quién beneficia los votos nulos?
El voto nulo se considera un «voto emitido no válido». Por lo tanto el voto nulo no contabiliza en el reparto de escaños, por lo que «en teoría» no benefician ni perjudican a ningún partido ni candidato. Eso sí, los beneficiarios del los votos nulos son el resto de votantes, ya que su voto cobra un mayor peso al haber menos electores que ejercen su derecho a voto.
¿Qué es el voto en blanco?
Se considera en blanco todo voto que no contenga papeleta o indicación alguna por ninguno de los candidatos o partidos políticos. La forma más común de ejercer el voto en blanco es mediante un sobre vacío, mediante el cual el elector expresa que no se siente representado por ninguna de las fuerzas políticas participantes en las elecciones.
A diferencia del voto nulo, los votos en blanco se consideran válidos y se contabilizan en el recuento electoral y, por lo tanto, influyen el reparto final de escaños.
¿A quién beneficia el voto en blanco?
En el caso del sistema electoral español, está regido un sistema de cálculo proporcional de reparto de votos: la Ley d’Hondt. Un sistema ciertamente complejo pero que podemos sintetizarlo en dos aspectos fundamentales:
- Un partido para obtener representación parlamentaria en un escaño necesita un 3% de los votos.
- El precio de los escaños va aumentando progresivamente: el porcentaje de votos del segundo escaño será mayor que el primero y así sucesivamente.
Todo y que existen diversas teorías sobre los beneficiarios del voto en blanco, la más aceptada es que beneficia a los partidos más votados. Este hecho se debe a que el voto en blanco es muy minoritario y acostumbra afectar de mayor manera a los partidos políticos que se mueven entre el primer y segundo escaño, ya que el voto en blanco diluye los votos recibidos. Un partido minoritario recibe mucho más castigo con una perdida de escaño que un partido grande.
¿Qué es la abstención?
La abstención consiste en el mero hecho de no ir a votar, sea cual sea el motivo. La alta abstención suele atribuirse al descontento político existente o bien a todas aquellas personas que no se sienten representadas por ningún partido político o candidato.
¿A quién beneficia la abstención?
Al igual que el caso del voto nulo, se considera que la abstención no beneficia ni perjudica a ningún partido ni candidato, ya que no se tiene en cuenta en el reparto de escaños. Eso sí, los beneficiarios reales del los votos nulos son el resto de votantes, ya que su voto cobra un mayor peso al haber menos electores que ejercen su derecho a voto.