Uno de los aspectos más importantes de la decoración es la iluminación. La luz juega un papel primordial en el efecto con el que se quiere dotar al ambiente. Y en esto de la iluminación, hay dos tonalidades que predominan: luz cálida y luz fría.
En esta ocasión te explicaremos qué son cada una de estas luces, qué papel juegan en la decoración y cómo se diferencian entre sí, sabiendo de antemano que ninguna es mejor que la otra, sino que simplemente tienen usos distintos.
Luz cálida vs luz fría: principales diferencias
- La luz cálida es empleada es lugares de descanso; mientras que, la luz fría en espacios de actividad.
- La luz cálida resalta los detalles arquitectónicos; mientras que, la luz fría matiza los colores reduciendo significativamente los contrastes.
- La luz cálida es ideal para estimular la intimidad; por su parte, la luz fría estimula la concentración.
¿Qué es la luz cálida?
La luz cálida consiste en una tonalidad tenue y suave, parecida al brillo de la luz halógena tradicional o al de una bombilla incandescente.
Una de las características principales de la luz cálida es que la misma dota al ambiente de tranquilidad y relajación. Por ello es que esta luz es empleada para decorar aquellos espacios del hogar que son usados para descansar.
La luz calidad es usada principalmente en la iluminación de dormitorios, pero también en los salones o salas de estar, ya que, la misma permite alcanzar un alto grado de confort.
En lo que refiere a la decoración de un negocio, la luz cálida toma un papel protagónico, ya que influye en las emociones de los clientes y trabajadores, consiguiendo que los primeros pasen un mayor tiempo de permanencia en el lugar, y que los segundos aumente su productividad.
Pero los usos de la luz cálida no se limitan solo a lo anterior, ya que, la iluminación cálida ayuda a resaltar los detalles arquitectónicos, lo cual es un plus en lo que refiere a la decoración.
¿Qué es la luz fría?
Dada su alta luminosidad, la luz cálida es la ideal para iluminar lugares donde se registra una alta actividad. Su tono azulado, le confiere un aura que permite distinguir de mejor forma los contrastes y mejorar la visibilidad en el desarrollo de tareas y actividades específicas.
Es por ello que la luz fría es muy empleada en los espacios públicos, cocinas, lavanderías, talleres y áreas de trabajo en general. En la decoración actual, la luz fría se emplea muy a menudo en la iluminación de la cocina, pero también en la del baño y el garaje.
Además, de los sitios de actividad, dado que la luz fría estimula la concentración, también es empleada en los espacios de estudio, y en senderos, caminos o vías que exige, por seguridad, la concentración de los que transitan por ahí.